miércoles, 3 de junio de 2015

DÍA DE LA TRABAJADORA SEXUAL

Ayer fue el día de la trabajadora sexual, ¿que no se enteró nadie? Lo sé, es lógico, no es algo que celebrar, es algo de lo que avergonzarse, algo que debemos abolir porque las pobres trabajadoras sexuales sufren maltratos constantes y vejaciones a diario, no son respetadas ni valoradas, deben hacer cosas repugnantes que desprecian y las llenan aún de más traumas porque las pobrecitas están en esto precisamente por sus traumas, por la vida tan dura que han tenido, porque abusaron de ellas de pequeñas, porque las vendieron, porque no tenían otra manera de salir adelante...

¡¡ESPERA!! Si yo soy trabajadora sexual y soy la mar de feliz, ¡¡qué carajo estoy escribiendo!! Pues escribo la realidad que nos venden, nada más lejano de la realidad que yo vivo a diario.

OJO, esto no quiere decir que no existan mujeres explotadas, vendidas, maltratadas en el mundo erótico, por supuesto que existen, pero no son trabajadoras sexuales, son víctimas de una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado, prefiere encerrarse en su hipocresía negándonos cualquier tipo de protección y seguridad.

Señor@s, el trabajo sexual existe de siempre, no es cosa de ahora, no es algo que vaya a desaparecer, porque NO ES ALGO MALO. Si es algo que se hace por decisión propia es hermoso y gratificante. Soy feliz cada vez que hago feliz a un cliente gracias a la intimidad que le dedico; ese tiempo que estoy con él/ella es sólo nuestro y en ese tiempo no sólo me regala la desnudez de su cuerpo, puedo ver más allá, puedo ayudar más allá.

No me malinterpreten tampoco, esto no es un jardín de rosas sin espinas, hay infinidad de tipos de cliente como infinidad de tipos de trabajador@s sexuales y trabajos sexuales y, al igual que en cualquier otra profesión, hay cosas mejores y peores, días mejores y peores, clientes mejores y peores; la diferencia con otro tipo de profesiones es que en esta AÚN SÍ ESTÁ EN NUESTRA MANO CONSEGUIR QUE SEAN MÁS MEJORES QUE PEORES.

¿Cómo?

Para empezar celebrando el día de la trabajadora sexual, en el que SÍ hay mucho que celebrar. Celebramos la profesión (o al menos una de las profesiones) más antigua de la historia, que nos da total autonomía de nuestro cuerpo y nuestras emociones si se realiza de una forma voluntaria, libre y protegida. Una profesión que NO HACE DAÑO A NADIE, sino al contrario, hace muy feliz a muchos. Si un niño de 8 años pueden entender lo hermoso del trabajo de una cortesana, ¿por qué adultos hechos y derechos no pueden?  ¿A qué le tenéis tanto miedo? ¿Al placer, a no estar a la altura, a que seamos libre de elegir cómo, cuándo y con quién disfrutar de un derecho que se nos a prohibido o censurado a través de la historia para controlarnos como a borregos?

"No es algo con lo que sueñas ser de pequeña", " ¿qué padre querría esto para su hija?". Hasta a compañeras del gremio les he oído decir que ellas no querrían esto para sus hijos por el estigma que conlleva. Pues señor@s yo SÍ soñé con esto de pequeña, y me ha costado una barbaridad aceptarlo, y lo único que quiero para mis hijos es que sean felices con lo que hacen y hagan felices con ello a los demás. Así que os invito a meter ese famoso estigma en una bolsa de basura, cerrarla con doble nudo y llevarla a su punto de reciclaje más cercano. Sintámonos orgullosos de poder elegir, de no juzgar, de no generalizar y, sobre todo, de poder proteger a las víctimas que no son trabajadoras sexuales sino esclavas sexuales.

Y volvemos al cómo, y la respuesta sigue siendo la misma. Celebremos el día de la trabajadora sexual y su derecho a elegir sabiendo que tiene los mismos deberes y responsabilidades pero también la misma seguridad, protección y apoyo que cualquier otro trabajador de cualquier otro gremio.

Lo sé, bonita utopía, ¿verdad? Bueno, para esta niña grande que soñaba con ser artista, voluntaria, madre soltera y trabajadora sexual feliz y aceptada... para mí que lo he cumplido casi todo y SÍ ME SIENTO FELIZ Y ACEPTADA, las utopías sólo son sueños factibles por los que merecen aún más la pena, si cabe,  luchar.
Así que hoy, un día después de nuestro día, 40 años después de que unas valientes mujeres con las ideas muy claras dijeran en Lyon "basta", aprovecho para pedir una legalización del trabajo y el trabajador sexual con los mismos derechos y deberes de cualquier otro trabajador y, por supuesto, para felicitar a todas aquellas mujeres (y qué carajo, hombres e indefinidos también) que se dedican, de algún modo, al mundo sexual de forma voluntaria y libre (aunque por desgracias no protegida pues no nos lo permiten). A es@s putas, gigolos y chaperos, actrices y actores porno, dóminas y sumisas, streapers, masajistas eróticos, etc etc etc

FELICIDADES!!!!!

3 JUN 15

No hay comentarios:

Publicar un comentario